domingo, 15 de julho de 2007

Silvio



Adónde van las palabras que no se quedaron,
adónde van las miradas que un día partieron.
Acaso flotan eternas
como prisioneras de un ventarrón
o se acurrucan entre las rendijas
buscando calor.
Acaso ruedan sobre los cristales
cual gotas de lluvia que quieren pasar
acaso nunca vuelven a ser algo?
acaso se van.
¿Y adónde van
adónde van?

En que estarán convertidos mis viejos zapatos
adónde fueron a dar tantas hojas de un árbol.
Por dónde están las angustias
que desde tus ojos brotaron por mí,
adónde fueron mis palabras sucias
de sangre de abril.
Adónde van ahora mismo estos cuerpos
que no puedo nunca dejar de alumbrar
acaso nunca vuelven a ser algo?
Acaso se van
¿Y adónde van,
adónde van?

Adónde va lo común, lo de todos los días,
el descalzarse en la puerta, la mano amiga.
Adónde va la sorpresa
casi cotidiana del atardecer,
adónde va el mantel de la mesa,
el café de ayer.
Adónde van los pequeños,
terribles encantos que tiene el hogar
acaso nunca vuelven a ser algo?
Acaso se van
¿Y adónde van
adónde van?

Adónde van, de Silvio Rodríguez

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